viernes, 30 de agosto de 2013

Arribada en Marbella

Después de más de dos mil millas naúticas navegadas durante el transcurso de este último año , el O2 descansa por fin en el puerto de La Bajadilla, en Marbella, en donde pasaremos el invierno y repondremos fuerzas para afrontar la próxima etapa.
Los últimos meses, desde que llegamos a la península, han sido agotadores, siempre con un ojo puesto en el invierno que se avecina y buscando el puerto que más pudiera interesarnos y en la puesta a punto del barco, que nos lo ha dado todo y ha sufrido mucho.
La entrada en el mediterráneo fue especialmente emotiva. Los planes se cumplían y la costa, ya desde Cádiz, era de lo más familiar y querida, aunque nunca la había apreciado desde ese ángulo. Pero también,una vez dejamos el estrecho por popa, comenzó a invadirnos otra sensación, aunque esta vez no era tan agradable. Espanto y asco ante la extrema suciedad del agua. Las corrientes de superficie se habían convertido de pronto en verdaderos ríos de mierda con sus afluentes, que fluían hacia el estrecho de Gibraltar paralelos a la costa, desde un par de millas de la linea costera, mar adentro,hasta las zonas de baño en las playas, sobre todo en la costa del sol, en donde alcanzaron su mayor densidad. Una auténtica vergüenza. Hicimos Investigaciones sobre este tema y Estas corroboraron nuestras peores sospechas. La enorme cantidad de urbanizaciones que inunda toda la costa malagueña, vierte sus aguas fecales, sin tratar, y directamente al mar. Estos mismos vertidos regresan a sus costas en forma de los asquerosos ríos de los que os he hablado. Aun así, aunque resulte paradójico,la cantidad de banderas azules que exhiben las playas de esta costa sigue en aumento . Os aseguro que hay que ser muy,muy valiente para bañarse en la mayoría de estas playas.